En esta comunicación específica para pilotos, Aena ha dado a conocer el cese de la operatividad de la pista del aeródromo manchego desde el día 13 al 31 de mayo, que tendrá que irse renovando periódicamente.
De esta manera se da un paso más en el cierre definitivo del primer aeropuerto privado de España que permaneció abierto a la aviación comercial desde diciembre de 2008 a octubre de 2011.
El aeródromo manchego, que aún recibía algunos vuelos privados, cerrará también su pista a este tipo de aeronaves por lo que ningún avión ni comercial ni privado podrá aterrizar o despegar desde estas instalaciones.
Fuentes consultadas han señalado que, una vez anunciado el cierre de la pista, los gestores de esta infraestructura estarán obligados a realizar trabajos específicos de señalización.
Unos trabajos que contemplan el repintado de los cuatro kilómetros que ocupa la pista, en los que se deberán pintar aspas de color amarillo, que sean visibles a las aeronaves desde el aire, y que constituyen una información complementaria al propio boletín de información, con las que se advierte que el aeródromo no está disponible para admitir vuelos de ningún tipo.
El primer aeropuerto privado
El Aeropuerto Central de Ciudad Real comenzó como proyecto privado hace algo más de trece años cuando en febrero de 1997 la Cámara de Comercio solicitaba oficialmente la implantación de una instalación aeroportuaria de este tipo en Ciudad Real.Tras numerosos problemas y dificultades, como los medioambientales relacionados con el hecho de que los promotores privados escogieran para su ubicación una Zona de Especial Protección para las Aves -que conllevó el cumplimiento de numerosos requerimientos ambientales por la Unión Europea- el aeródromo cerró sus puertas a los vuelos comerciales el pasado octubre.
El Aeropuerto Central de Ciudad Real está ahora inmerso en un concurso necesario de acreedores y los administradores concursales habían pedido su cierre temporal, pues la sociedad que gestionaba la infraestructura -Ciudad Real Aeropuertos- mantenía una deuda de 320 millones de euros con sus proveedores, frente a los 700 que, según el informe concursal, valora el patrimonio de esa sociedad.
En enero concluyó el Expediente de Regulación de Empleo Temporal que afectó a la mayor parte de la plantilla del aeródromo manchego y, aunque se habían presentado algunas ofertas de compra, el juzgado estimó que ninguna de ellas contaba con la suficiente solvencia económica para ser aceptada.
El aeropuerto, con una sola pista de 4.000 metros de longitud y 60 metros de anchura, había sido diseñado para dar servicios a vuelos nacionales e internacionales, y preveía poder transportar a más de 2 millones de pasajeros al año.
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